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Alcaldía declara alerta naranja en 6 zonas y 11 cuencas
Obrajes. Daños ocasionados a una vivienda por el muro perimetral que se desplomó sobre el techo. Foto: Eduardo Schwartzberg
El Gobierno Municipal
de La Paz elevó el nivel de alerta, de amarillo a naranja, en Obrajes,
parte de Calacoto y de Miraflores, villa San Antonio, Mariscal Santa
Cruz, Escóbar Uría y en las cuencas de 11 ríos que cruzan la urbe,
debido a daños ocasionados por las lluvias.
La alerta naranja, según la ley edil de Gestión Integral de Riesgos, es
“el aviso de peligro por la presencia de fenómenos adversos que ponen
en peligro infraestructura, obras hidráulicas y otros”.
La Resolución Ejecutiva 045/2013, de 21 de febrero, elevó el nivel de
alerta en Obrajes-río Herrería, desde la calle Ormachea hasta la
confluencia con el Choqueyapu; quebrada del río Chuajahuira; río
Choqueyapu tramo Avenida del Poeta; rio Huayñajahuira, desde la calle 8
de Calacoto hasta la confluencia con el río La Paz.
Tramo del río La Paz, desde el Puente del Encuentro hasta la
confluencia con el río Huayñajahuira; río Huallpajahuira, aguas arriba
de la avenida 31 de Octubre, hasta la calle 10 (villa San Antonio,
Mariscal Santa Cruz, Escóbar Uría) y río Zoqueni aguas arriba del
estadio Siles hasta la calle Haití.
También están en alerta naranja el desarenador de Charapaya, desde el
puente que une Wilacota y Rosas de Cala Calani aguas arriba; el río Jake
Jake, altura del puente de Rosas de Cala Calani; río Jilusaya, altura
urbanización Porvenir; río Achumani, aguas arriba del puente a Cohani
hasta la unión con los ríos Achumani y Jilusaya, Achumani desde
Huamapalca hasta la unión con los ríos Huayllani, Kellumani e Irpavi.
Explicación de la alerta
Según la Alcaldía, las lluvias ocasionaron la saturación de las laderas
y el aumento del caudal de los ríos que causaron daños en la
infraestructura hidráulica, vial y en los taludes del área citada.
Muro cae sobre una casa
Micaela Villa
Dos habitaciones de una casa situada en la calle Teniente Delgadillo,
del barrio de Obrajes, resultaron dañadas por el derrumbe de un muro
perimetral, ayer.
El
jefe de la Unidad Especial de Atención de Emergencias de la Alcaldía,
David Mollinedo, informó que el siniestro fue ocasionado por la rotura
de una cañería de agua potable de la Empresa Pública Social de Agua y
Saneamiento (EPSAS) que humedeció los cimientos de la pared de ladrillo.
“Se ha caído una pared de ladrillo y afectó una vivienda, dañó la
cubierta; por suerte no hemos tenido daños personales”, apuntó.
Cristina Avendaño, propietaria de la casa afectada, explicó que la
rotura se produjo a las 07.00 y que para resolver el problema llamó a
EPSAS, cuyo personal no se presentó.
Percy Delgado, jefe de Redes de la empresa, negó que se haya roto una
cañería y afirmó que el muro se humedeció por vertientes de agua. “No
hay tubería de EPSAS en ese sector, no es agua potable ni de
alcantarillado”, dijo.
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