http://www.cambio.bo/editorial/12022013/las_lluvias_y_la_construccion_88686.htm
Cambio 12-02-2013
Las lluvias y la construcción
Editorial
Cada vez que llueve los habitantes de la ciudad de La Paz se ponen a temblar, no solamente por el frío que llevan, sino por temor a los desastres que provocan por la existencia de construcciones que se levantan sin los controles suficientes para su estabilidad.
Ya da miedo habitar en departamentos de algunos edificios del centro de La Paz que lucen portentosos, pero que tal vez no fueron construidos con el cumplimiento de las elementales reglas de seguridad.
Lo sucedido con el edificio El Alcázar, en pleno centro de La Paz, pone los nervios de punta, porque nadie sabe la forma como fueron levantados otros edificios, mucho más si reina en la actualidad el boom de la construcción.
Todo el mundo que accede a un crédito bancario o tiene ahorros se ha dedicado a construir en La Paz, al punto de que faltan cada vez más insumos como el cemento. Se entregan los dineros a los arquitectos e ingenieros, pero éstos no tienen ningún control sobre los albañiles, quienes muchas veces hacen mermar la utilización de los insumos para venderlos al mejor postor, afectando la calidad de la construcción.
Hay varias Cámaras y Colegios de constructores, pero solamente de chapa porque no cuentan con reglamentos que permitan velar por el prestigio de sus profesionales constructores.
Ya da miedo habitar en departamentos de algunos edificios del centro de La Paz que lucen portentosos, pero que tal vez no fueron construidos con el cumplimiento de las elementales reglas de seguridad.
Lo sucedido con el edificio El Alcázar, en pleno centro de La Paz, pone los nervios de punta, porque nadie sabe la forma como fueron levantados otros edificios, mucho más si reina en la actualidad el boom de la construcción.
Todo el mundo que accede a un crédito bancario o tiene ahorros se ha dedicado a construir en La Paz, al punto de que faltan cada vez más insumos como el cemento. Se entregan los dineros a los arquitectos e ingenieros, pero éstos no tienen ningún control sobre los albañiles, quienes muchas veces hacen mermar la utilización de los insumos para venderlos al mejor postor, afectando la calidad de la construcción.
Hay varias Cámaras y Colegios de constructores, pero solamente de chapa porque no cuentan con reglamentos que permitan velar por el prestigio de sus profesionales constructores.
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