EPSAS reconoce problemas en dos estructuras de distribución
Tubería. En abril de 2011 se instaló la tubería provisional en el área de Callapa.
Foto: La Razón-Archivo
La Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento
(EPSAS) reconoció problemas en la tubería provisional de Callapa y en
la Estación Interruptora de Presión (EIP) de Hampaturi en un informe
enviado a la Autoridad de Agua Potable y Saneamiento (AAPS).
Este informe sirvió de base para que la autoridad regulatoria decidiera
dar inicio al proceso de revocación del permiso transitorio de
operaciones que esa empresa pública sobrepasó hace seis años. La tubería
provisional fue instalada por la estatal YPFB Transportes para reponer
la dotación de agua potable a 41 barrios de La Paz, del macrodistrito
Sur, tras el megadeslizamiento del 26 de febrero de 2011, y fue
entregada 12 de abril de ese año.
Ante el
requerimiento de información de la AAPS, EPSAS respondió el 21 de
diciembre del año pasado que la obra de emergencia —que pasa por
Callapa—, tenía una vida útil de seis meses a un año, y que sobrepasó
ese límite con nueve meses.
“Yacimientos
Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) abandonó obras en la etapa
final, lo que no puede ser solucionado, sin embargo, el buen
funcionamiento de la tubería se encuentra garantizado (seis meses)”,
agrega.
En el documento, EPSAS advierte de que la
estructura, en el sector conocido como Trébol, descansa sobre suelo
inestable y sugiere que a la brevedad posible se inicien los trabajos
para el tendido definitivo. Sobre este punto, el gerente general de la
empresa, William Marca, informó ayer que está en marcha un estudio para
hacer el tendido definitivo.
“Estamos en el trabajo
de consolidación, no es nada fácil, se tiene que ver el tema social,
pero todo depende de la Alcaldía de La Paz, estamos esperando su
autorización, además se requiere el consenso social”, añadió en
referencia a la negativa de los vecinos de Callapa a que los tubos pasen
por esa zona. El tendido definitivo tomaría al menos un año.
Sobre la EIP de Hampaturi, EPSAS señala que la estructura está
emplazada en un área inestable y reconoce que tiene fisuras, las que, de
momento, “no pueden ser reparadas porque se deben hacer excavaciones
profundas, que en este momento por el asentamiento (desplazamiento) y la
infiltración del terreno y el inicio de las lluvias, no se pueden
efectuar”. Por ello, dice, que el proyecto fue trasladado a 2013.
“El documento que nos fue proporcionado por EPSAS es insuficiente. Fue
remitido a los gobiernos municipales de La Paz y El Alto para que se
pronuncien”, manifestó el lunes el director de la AAPS, Germán Aramayo.
Un tercer problema advertido por la autoridad reguladora, es el riesgo
que correría la tubería de alta presión Pampahasi-Obrajes; la empresa
anuncia una evaluación.
Otras dos dificultades en mesa
- El sistema comercial ICIS, implementado en 1999, cumplió su ciclo de
vida, dice EPSAS. Para evitar problemas, elaboró planes de contingencia y
crisis. El ICIS se encarga de la facturación, recaudación y
administración de los datos de los clientes.
- La
firma informó que realiza procesos de contratación en el marco de las
normas de la ex Superintendencia de Servicios Básicos. Reconoce que no
tiene un reglamento de contrataciones, mala aplicación de las normas y
desconocimiento de procesos administrativos.
Según Marca, la AAPS se apresuró
William Marca, gerente general de la Empresa Pública Social de Agua y
Saneamiento (EPSAS), calificó ayer de precipitada la decisión de la
Autoridad de Agua Potable y Saneamiento (AAPS) de comenzar el proceso de
revocación de la autorización transitoria de funcionamiento de la
empresa.
“Se están realizando los trabajos para
presentar los descargos e informes que exige la AAPS (...). Respetamos
la decisión de Germán Aramayo —director ejecutivo de la reguladora—,
pero consideramos que fue apresurada, en vista a que en ningún momento
está ni estuvo en peligro el suministro del servicio de agua potable a
las ciudades de La Paz y El Alto”, manifestó la autoridad en conferencia
de prensa la mañana de ayer. Para Marca, aún hay tiempo para modificar
la determinación de la AAPS, en vista de que cree que se subsanarán los
problemas observados por la autoridad sectorial.
Cualquier determinación que se tome respecto a EPSAS debe ser
consensuada con los miembros de la comisión que debía crear la nueva
empresa, que está conformada por el Ministerio de Medio Ambiente y Agua,
los gobiernos municipales de La Paz y El Alto, las juntas vecinales de
ambas ciudades, que fueron notificadas.
Sindicato, en pie de lucha ante posible disolución
El Sindicato Mixto de Trabajadores de la Empresa Pública Social de Agua
y Saneamiento (EPSAS) se declaró ayer “en pie de lucha” tras conocer
el inicio del proceso para revocar la licencia de la empresa, según lo
dispuesto por la Autoridad de Agua Potable y Saneamiento (AAPS).
“Nos hemos enterado de la liquidación que está gestando el director de
la AAPS, Germán Aramayo. Parece que tiene desconocimiento de la normas,
porque a la salida de Aguas del Illimani, hay un documento que ampara a
los trabajadores de aquí a la eternidad”, dijo el secretario Ejecutivo
del sindicato, Lorenzo Quisbert. EPSAS actualmente cuenta con 400
trabajadores, entre obreros y técnicos.
El dirigente
atribuyó el proceso de revocación de la licencia como parte de una
campaña de Aramayo para ser nombrado titular del Ministerio de Medio
Ambiente y Agua (MMAyA). “La creación de dos empresas municipales es
inviable. El alcalde de La Paz, Luis Revilla, tenía esa pretensión y la
Federación de Juntas Vecinales de El Alto apoya la decisión porque hemos
impedido el cuoteo político”, afirmó.
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