Edificio de 5 pisos en Bella Vista, en riesgo de colapsar
Vivienda. El edificio ubicado en la calle 20 de Bella Vista, a la derecha el bloque está más dañado.
Pedro Laguna.
Grietas profundas de hasta seis centímetros de
ancho en un edificio de departamentos de cinco pisos en la calle 20 de
Bella Vista, macrodistrito Sur de La Paz, han puesto al inmueble al
borde del desastre. Sin embargo, dos familias se niegan a evacuar el
lugar, pese al riesgo de colapso.
“Se ha evidenciado
que hay rajaduras críticas, asentamientos diferenciales, y en la parte
alta, grietas de tracción, por lo que es inminente el colapso de la
edificación. Hemos cerrado con malla de alambre un espacio en la calle
20 para que cualquier estructura que caiga lo haga allí”, dijo ayer
director Especial de Gestión Integral de Riesgos (DEGIR), Vladimir Toro.
La edificación, que fue construida hace 15 años, y está dividida en dos
bloques, tiene tres tiendas y trastiendas en la planta baja, cuatro
departamentos simples de dos dormitorios y tres departamentos dúplex.
Los primeros problemas se detectaron hace ocho años. El bloque derecho
es el que se encuentra más dañado, ya que tiene agrietamientos severos
de hasta seis centímetros de ancho, según observó La Razón.
Toro explicó que la construcción se realizó sobre una antigua masa
deslizada, que es el principal motivo por el que la vivienda se haya
agrietado. También influyeron las filtraciones del alcantarillado y
aguas servidas de viviendas vecinas. La subalcaldesa de la zona Sur,
Jannet Ferrufino, precisó que los problemas datan de más de diez años.
“Estamos verificando los documentos y autorizaciones. Todo es parte de
la investigación”, manifestó.
Cuando el edificio
comenzó a ser construido, los propietarios, Eduardo Sarmiento y Teresa
Echeverría, acudieron a préstamos de terceros para concluir la obra:
$us 90 mil de Maritza Palomeque y $us 18 mil de Delia Sarmiento de
Palza.
Conflicto. Terminados los trabajos, y pese a
que se entregaron los departamentos en anticrético, los propietarios no
pudieron saldar su deuda, por lo que las acreedoras iniciaron juicios
por el cual se adjudicaron la propiedad de los bloques.
“Intentamos saldar cuentas, pero por los juicios no se pudo llegar a
soluciones y cuando empezaron las grietas tampoco se pudo hacer
intervenciones porque no me lo permitían”, contó Echeverría, viuda de
Sarmiento, quien ocupa dos cuartos de la vivienda de cuatro pisos. El
lío judicial afectó a tres anticresistas. Dora Lizárraga, una de las
afectadas, contó que le deben $us 20 mil. De otros dos departamentos se
debe devolver $us 8 mil y $us 12 mil. “Hemos desocupado hace tres años
por esa situación, pero con los juicios no tenemos claro quién nos debe
devolver el dinero y estamos preocupados”, mencionó Lizárraga.
Jaime Espinoza, uno de los jefes de familia que aún habita en el
edificio, contó que compró el departamento en $us 75 mil, pero no
precisó a quién. Él vive en el bloque izquierdo que está menos dañado y
anunció que no saldrá de esa propiedad. “Donde estoy no hay problemas,
estamos bien. No puedo desalojar. No vamos a movernos de este lugar”,
agregó.
Cartas notariadas
Alcaldía
El director de la DEGIR, Vladimir Toro, anunció que se enviarán cartas
notariadas a las dos familias que se resisten a abandonar el edificio
para que se responsabilicen en caso de contingencias.
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