Pedro von Vacano Alborta
Las consecuencias de los problemas del edificio El Alcázar
- 27/12/2012
El 17 de diciembre pasado el peligro inminente de desplome obligó a evacuar el edificio El Alcázar en la calle Federico Zuazo.
Las columnas del estacionamiento sufrieron deformaciones y pérdidas de material que modifican su trabajo severamente amenazando con arrastrar el resto de la estructura.
En caso de desplome, las edificaciones aledañas sufrirían daños por la caída de materiales en un radio aproximado de 80 metros.
Suponemos que la Alcaldía recibe regularmente el pago de impuestos sobre el inmueble hace más de 14 años, pero en todo ese tiempo no ha observado su situación anómala, pues institucionalmente (Alcaldía) lo más grave es que El Alcázar no cuenta con planos ni cálculos aprobados ni arquitectónicos ni estructurales ni eléctricos ni sanitarios, es decir' es clandestino a pesar de su imponente presencia y ubicación, fuera de haber sufrido serias modificaciones en el número de pisos, sótanos, locales comerciales y departamentos.
Esa situación no es imaginable sin la complicidad de personeros superiores, medios y bajos de gobierno municipal de La Paz; eso significa que ha habido y aún hay, al menos, descuido que ha procedido en contra de los usuarios y vecinos' en contra de la ciudad. El cambio de nombre de Milenium II y la construcción El Alcázar no corresponden a la actual gestión municipal.
El inmueble cuenta con 18 plantas más cuatro de estacionamiento, locales comerciales y depósitos hacia la avenida del Ejército, cuenta con 172 departamentos con una superficie media de 70 metros cuadrados, es decir, con superficie habitacional cercana a 12.000 metros cuadrados y una población aproximada de 860 personas, sin contar ases y espadas.
Las causas más probables pueden ser: que se mantuvo el cálculo estructural original sin considerar el aumento de superficies y cerramientos, la mala ejecución de obra, la falta de fiscalización, la sobrecarga móvil por encima de la estimada y posibles asentamientos diferenciales aunque el terreno geológicamente es bueno.
En estas circunstancias parece que algunas juntas vecinales (¿votos?) habrían presionando al Concejo de la Alcaldía para que la aprobación de las construcciones se realice únicamente a la entrega final de las obras pretendiendo pasar de este modo por encima de la sociedad de ingenieros, del colegio de arquitectos y las leyes vigentes que establecen sus responsabilidades, roles y derechos.
Mediante la aprobación reciente (en noviembre), en el Concejo de la Alcaldía, del Decreto de Simplificación y Cualificación de trámites para la emisión del Permiso de Construcción, se reducirían los 200 días de burocracia en la aprobación de planos a solamente seis días.
Se eliminaron requisitos como el visado de planos de los colegios de arquitectos e ingenieros o la entrega del certificado catastral original.”
“Ahora se darán permisos provisionales de construcción al inicio del trámite y la Alcaldía, dependiendo del tipo de suelo, verificará el cumplimiento de la normativa municipal' se efectuarán dos inspecciones a las obras y en las de riesgo más de dos”.
“Concluida la edificación, los planos serán aprobados en diez días calendario por la municipalidad (...) Después se podrán entregar las certificaciones catastrales individualizadas, de manera que quienes pretendan adquirir esos inmuebles tengan la seguridad de que' están bajo la norma edil”, apuntó el (señor) Alcalde”.
Parece que caemos “del sartén al fuego” o “que el remedio es peor que la enfermedad”.
El costo que implicarían estas tareas para el municipio serían muy altos, dos inspecciones no son suficientes y ya se las deberían estar haciendo ahora y siempre.
La Alcaldía asumiría roles de privados y tomaría el papel de juez y parte. La mayor parte del tiempo perdido es atribuible a los trámites ediles, el famoso “vuélvase mañana” u otras disculpas que día a día escuchamos en sus reparticiones.
Apoyamos la iniciativa de la presidenta de la Cámara de Diputados que propone concertar, entre todas y todos, una nueva Ley de Construcciones mediante la cual realmente se beneficie la ciudadanía y podamos vislumbrar un futuro mejor, más justo y esperanzador para la ciudad y el país entero.
Pedro von Vacano Alborta es arquitecto
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