Monday, February 11, 2013

Espacio público y paisaje cultural

http://www.eldiario.net/noticias/2013/2013_02/nt130211/metrocuadrado.php?n=18&-espacio-publico-y-paisaje-cultural

El Diario. La Paz, 11 de febrero de 2013


CIUDAD: LA PAZ, ESCENARIO DE LO IMPOSIBLE

Espacio público y paisaje cultural

TRANSFORMACIONES QUE HAN PROVOCADO LA MODIFICACIÓN SUSTANCIAL DEL ESPACIO SOCIAL







La cotidianidad de la ciudad de La Paz ha provocado que los paceños vivamos con sobresaltos permanentes y en constante incomodidad, caminando en medio del caos y el desorden de calles y avenidas, casi es normal el trajín del comercio informal, vías ocupadas desde las aceras, saturación de vehículos que ocupan y recorren las vías al centímetro, donde los choferes han logrado colapsar el parque automotor.

FOTOGRAFÍA:MANUEL CALVO

Este tipo de percepciones en los últimos tiempos han llamado poderosamente la atención de arquitectos, sociólogos y otros profesionales buscando una explicación al comportamiento del habitante de la ciudad de La Paz, que un buen sector se dedica al comercio informal y la clase media dedicada a consumir, quienes además mantienen la dinámica económica en las diferentes ciudades con el pago mayoritario de impuestos, compra de bienes, mueve negocios y otros rubros.
Los arquitectos Franklin Ayala Monroy y Ramiro Zalles Pinellpor, han analizado este comportamiento en un estudio que Metro Cuadrado presenta con la única intención de reflexionar y mejorar el accionar en la ciudad y que mucho tiene que ver con el movimiento arquitectónico.
Geográficamente Bolivia es un país que colinda con cinco países, estos y otros que comercializan sus productos por la vía legal o del contrabando, en el entendido que nuestro país no produce muchos productos para el consumo del mercado interno. Lo que en cierta forma ha provocado el comercio informal que uno puede encontrar en los distintos departamentos. Estas publicaciones que circulan a nivel internacional, presentadas en seminarios y exposiciones, pretenden despertar el criterio racional de los lectores de un enfoque totalmente diferente de la arquitectura convencional o decorativa.
MODIFICACIÓN SUSTANCIAL DEL ESPACIO SOCIAL
En este último tiempo en las ciudades bolivianas y específicamente en la ciudad en La Paz, venimos presenciando un cambio y transformación paulatina, no solo de la ciudad y sus espacios, sino de su equipamiento urbano como resultado de una serie de fenómenos sociales, culturales y tecnológicos.
Debemos tomar en cuenta la relación entre la modernidad, la cultura urbana, el surgimiento de la esfera pública y el ejercicio de la ciudadanía. Está claro que tales transformaciones sientan las bases de una nueva forma de organización social que se traduce en la conformación urbana. Entre todas estas transformaciones quizás la más notable,dramática y emblemática, es la modificación sustancial del espacio social a causa de la apropiación del espacio público por manos privadas, ya sea por el comercio formal o informal (produciéndose la apropiación indiscriminada de los espacios públicos) o por inversión pública-privada, transformando el rol de este espacio público al dominio privado.
Desde esta perspectiva, La Paz es el escenario de lo imposible, desde una imagen urbana colgada de una geografía accidentada al paisaje cultural de sus laderas y la apropiación social de su espacio público de formas tan particulares y divergentes que van de la marcha y la protesta a la fiesta y el folclore, del comercio informal al conglomerado de tráfico automotriz y peatones que se mueven por sus estrechas arterias como un espeso fluido.
En este gran teatro, acontece cada día una historia diferente pero similar, la del espacio público como espacio libre a diferencia de otras urbes. En La Paz, este se transforma en espacio de expresión y transgresión, sin embargo en los últimos años la inversión pública y privada han impulsado la construcción de mega equipamientos que no son asimilados del todo en el imaginario social del habitante de La Paz. Incrustándose en el tejido urbano más como ostentosos apéndices que como necesarias infraestructuras.
Esta transformación consiste en la apropiación y la aparición de nuevos espacios que han venido a ocupar el lugar del espacio público que han pasado a gobernar el espacio social y cultural. Afectando con esto la vida cotidiana y el relacionamiento social. Otros factores determinantes para esta transformación vienen a ser la cultura, el que hacer de la política; el uso y la aplicación de las técnicas y tecnologías del cuerpo. A esto podríamos decir que se suma el imaginario social.
La necesidad de análisis se hace imperiosa desde lo visual y lo fenomenológico, desde el tránsito y la escala humana más que desde el acolchado escritorio en la altura intelectual. Por lo tanto nuestra estrategia es de inmersión en ese fluido humano que circula por la urbe para desde allí poder tener la perspectiva del habitante.
En este sentido Roberto Fernández, señala que "…lo cultural es indivisible de lo geográfico en Latinoamérica…" y bajo esta óptica geo-cultural la ciudad de La Paz ofrece fenómenos únicos e irrepetibles.
CRECIMIENTO DE LA CIUDAD DE LA PAZ
La administración de la Real Audiencia de Charcas, dependiente del Virreinato del Perú, según Álvaro Cuadros, estableció las condiciones necesarias para mantener en raya a las siguientes revueltas, afirmando definitivamente la supremacía de la corona sobre los territorios conquistados. Muchas ciudades se fundaron en el altiplano andino, fundamentalmente debido a su condición minera y poco a poco otras tantas a lo largo de dos siglos hasta ocupar el oriente del actual territorio nacional.
La estructura implementada por los españoles para el trazado urbano de las nuevas ciudades fue el más simple, pero también el más efectivo. El Damero español tuvo la posibilidad de implantarse sin las restricciones que tenía en Europa dadas las condiciones de Tabula Raza, que los españoles encontraron en muchos de los lugares de fundación, proporcionándoles ventajas urbanas y militares al mismo tiempo, por un lado el damero permitía un distribución perfectamente equitativa del terreno para los colonizadores, los manzanos de aproximadamente 80 x 80 metros. (Equivalente a cien varas castellanas), fueron divididos en cuatro, generando lotes de 1600 m2, los cuales le permitían al colonizador tener una parcela agrícola que sustente a la vivienda en caso de sitios y revueltas, por otro lado las Plazas de Armas fueron ubicadas en lugares estratégicos, desde donde fuese posible dominar por completo la ciudad y movilizar tropas rápidamente.
Las extensas perspectivas generadas por las calles trazadas a cordel permitían divisar al invasor de la ciudad ni bien fuesen traspasadas las murallas de la misma, otorgando ventaja al ejército español que movilizaba rápidamente caballería, infantería y artillería por las calles sin quiebres. Al exterior de la muralla se extendió como en todas las ciudades españolas, la ciudad de los indios; un asentamiento precario, no planificado y que creció junto con el esplendor de las ciudades españolas como un apéndice de miseria. Una vez fundada la ciudad española se establecían alrededor de la plaza principal los tres poderes coloniales, el Cabildo, la Iglesia Matriz y el Cuartel de Milicias, fortificada la ciudad mediante murallas y puentes protegidos, las otras órdenes dependientes de la iglesia católica ocupaban tanto la ciudad española como la ciudad indígena, razón por la cual abundan iglesias muy próximas en las inmediaciones de todas las plazas principales de las ciudades fundadas por los españoles.
La ciudad de La Paz fue desde sus orígenes una urbe de tránsito y comercio en el eje económico formado por los puertos, primero de Lima y luego de Arica, convirtiéndose en la escala obligada de productos que llegaban desde la costa a la Real Audiencia de Charcas y la parada de los derivados de la minería en tránsito hacia los puertos del pacífico. Esto les otorgó a sus habitantes el instinto comercial que se ha convertido a lo largo del tiempo, en estrategia de supervivencia y desarrollo económico ante la ausencia de políticas públicas que le aseguren un empleo fijo.
EL ESPACIO PÚBLICO COMO ESPACIO DE EXPRESIÓN
Realizar una reflexión sobre el espacio público obliga a pensar en este como recurso, como producto y como práctica (social, política, simbólica). La apropiación y utilización particular del espacio material y simbólicamente. De manera curiosa podemos sentir que los espacios públicos, por lo general los abiertos, que son resultante de los espacios del remanente y sobrante que deja el crecimiento de las estructuras urbanas pueden convertirse en el instrumento para el ordenamiento de las ciudades a través de su reconstrucción y recualificación.
En el territorio cultural, este sistema se compone de una variada gama de espacios de diversa definición: usos tamaños, proporciones, tratamientos, características naturales y grados de culturización. Constituyéndose este en elemento relevante de aquellos elementos que conforman los recursos espaciales y de usos disponibles para la vida social: plazas, calles, parques y otros.
Los diferentes modos a que recurre esta articulación producen calidades espaciales diferentes en términos de paisaje, impacto visual y actividades: desde calles definidas como largos corredores, secuencia de edificios uno al lado del otro, por lo general son altos y que sólo pueden dar respuesta a las necesidades del flujo vehicular o un mero desplazamiento peatonal, hasta la propuesta más atractiva de generar circuitos o fluidos mediante una organización de edificios variados, que genere contrastes entre llenos y vacíos, espacios de transición, donde el estar y el encuentro constituyan una alternativa posible, más aún en nuestra urbe paceña, pudiendo apreciar que este proceso toma mas carácter debido a que como se constituye en el centro político del país. Este o el espacio público se constituyen en un elemento vital cultural para la expresión y el encuentro, que va desde la protesta, el comercio, la danza y la transgresión.
También la existencia de espacios interiores que tanto como los exteriores permiten y/o proponen ámbitos con características físicas aptas para convocar, realizar espectáculos, incluso manifestar. Pero sólo los espacios públicos exteriores son los que garantizan este encuentro colectivo, con carácter libre y gratuito, para la gente, espontáneo, desordenado, efímero y simultáneo.
ESPACIO PÚBLICO Y SUS APROPIACIONES TEMPORALES
En este escenario el espacio público adquiere condiciones mutables que alternan diversos usos y apropiaciones temporales a lo largo del día, durante algunos días de la semana y algunas semanas al año. Estas van desde las entradas folclóricas de fechas específicas a las diversas ferias como Alasita o la de navidad, hasta ferias de comercio de abarrotes que ocupan por días diferentes calles. Culturas y Tribus urbanas que invaden el espacio de lo formal a lo informal (mejor dicho al comercio callejero), junto con la inseguridad ciudadana y la criminalidad luego del término de la jornada laboral y que se prolongan hasta la madrugada.
Entre los ejemplos notables se encuentran algunas calles de ancho de vía estrecho y que trepan por la topografía de la ladera oeste de la ciudad. Su origen comercial se remonta la década de los años ´60 del siglo XX. A partir de este momento y sobre todo por la presencia de equipamientos de transporte terrestre interdepartamental e internacional, como son la Estación del Ferrocarril y la actual Terminal de Buses, proporcionaron la infraestructura necesaria para la llegada y distribución de muchos productos que modificaron la base económica de la ciudad.
Fortalecido el comercio y la exportación con el puerto de Arica, se inicio la llegada de productos importados, especialmente de China, Taiwán y en menor medida desde países vecinos. Esta llegada de productos sobre todo en el campo textil provocó la caída de varías fábricas dedicadas a la elaboración de los mismos en las inmediaciones de los equipamientos de transporte antes mencionados. El resultado fue la formación de vacíos urbanos, terrenos vagos que redujeron considerablemente la actividad de la zona y que a la larga marcaron también el abandono del ferrocarril, cuando el contrabando de estos productos se hizo más eficiente por el transporte pesado de camiones.
El flujo de este contrabando se asentó en las proximidades de estos equipamientos de transporte sobre la ladera oeste. Se iniciaron como tiendas pequeñas en algunas viviendas conglomeradas por clanes familiares y poco a poco fueron ocupando estas calles hasta hacerlas inaccesibles al paso vehicular. En la actualidad su frecuencia de uso vehicular se ha reducido a uno o dos días a la semana que coinciden con la llegada de productos hacia los numerosos depósitos de la zona, el resto del tiempo estas vías se han peatonalizado y en el medio de las mismas se ubican puestos de venta fijos que han sido adquiridos a las asociaciones civiles de los comerciantes a un costo tan elevado como el de 2000 dólares el metro cuadrado.
La efectiva práctica comercial pronto invadió calles aledañas que otorgaron servicios complementarios al contrabando, completando la venta de electrodomésticos con víveres, alimentos, servicios y otros que hacen de este sector de la ladera oeste una zona comercial compacta y densa, donde las reglamentaciones urbanas de tráfico y circulación se han visto obligadas a adaptarse y asimilar los fenómenos socioeconómicos existentes.
No obstante esta apropiación que de inicio fue efímera y ahora es permanente, trasciende estos límites y ocupa en la actualidad diversas arterias importantes del centro de La Paz convertidas en un comercio informal flotante que ha rebasado los mecanismos de control y finalmente ha sido asimilado dentro de un "régimen impositivo simplificado", que "legaliza" a medias su condición mediante el pago de un impuesto simbólico asignado al sector gremial, en el cual se refugian los contrabandistas y sus distribuidores, colocando en una misma categoría a la vendedora de dulces y al comerciante de refrigeradores, lavadoras y televisores.
Por supuesto el resultado espacial es una ocupación informal e irregular de las vías de la ciudad, sin embargo la manifestación más importante de esta apropiación mutable del espacio público se encuentra en la ciudad de El Alto, en ella durante dos días a la semana, los jueves y domingos, cientos de calles que cubren millones de metros cuadrados son ocupados por el comercio libre más importante de Latinoamérica. Sobre la Avenida 16 de julio y muchas cuadras a su alrededor se encuentran muchas calles especializadas en el comercio de artículos tan insignificantes como pernos y tornillos, pasando por la ropa usada americana hasta la venta de automóviles, buses y camiones.
La feria abarca 335 hectáreas y está ubicada en la zona 16 de Julio de la ciudad de El Alto. Es la más grande del país. Funciona desde la década de los años ´60, pero fue en los ‘80 que se acrecentó. Hoy en día concentra a casi 40.000 comerciantes, la mayoría mujeres, que también llegan desde el interior del país. No tienen una organización que los aglutine y vanos han sido los intentos de las autoridades por ordenarlos.
HORARIOS Y ORIGEN
Se arma los jueves y domingos. Empieza temprano, casi de madrugada y se acaba hasta entrada la noche. Tiene su origen en los tambos de la Colonia, donde además de los alimentos también se vendían otros productos. Aunque no es muy frecuente, aún se da el trueque entre los mismos vendedores.
Si duda amigo lector esta muy meditada introducción hace que en el próximo número sigamos escribiendo sobre este interesante estudio y sus implicaciones en el comportamiento del crecimiento de nuestras ciudades, lo invitamos a seguir el próximo lunes con nosotros.

No comments: