Muro que sostiene la tubería que lleva agua al Sur está en riesgo
Trabajos. Así se ve la calle 13 de Huayllani, que sigue llena de tierra y piedras depositadas por el desborde del río. Foto: GMLP
El muro transversal que sostiene en Irpavi la tubería que transporta agua potable desde Pampahasi hacia la zona Sur por el área del megadeslizamiento está a punto de colapsar, advirtió la Dirección Especial de Gestión Integral de Riesgos (DEGIR) de la Alcaldía.
El director municipal Vladimir Toro informó que se notificó del riesgo a Diego Contreras, gerente Técnico de la Empresa Pública Social de Agua Potable y Saneamiento (EPSAS), quien declinó atender este problema.
La Razón intentó comunicarse con el gerente General de EPSAS, William Marca; el gerente Técnico, Diego Contreras, y el director de Comunicación, Julio Mamani, pero ninguno respondió a su celular ni devolvió la llamada.
“En casos de emergencia EPSAS brilla por su ausencia. En Irpavi, el muro por donde pasa la tubería de agua potable está a punto de colapsar y nos han dicho que no nos van a recibir el caso. Si eso colapsa nos va a generar problemas serios en toda el área, destrozos en viviendas e incluso podría cortarse el servicio del agua a la zona Sur”, advirtió la autoridad municipal.
El 9 de enero este diario publicó una nota en la que EPSAS reconoció problemas en la tubería provisional de Callapa a la que se refiere Toro en un informe enviado a la Autoridad de Agua Potable y Saneamiento.
La tubería provisional fue instalada por la estatal YPFB Transportes para reponer la dotación de agua potable a 41 barrios del macrodistrito Sur, tras el megadeslizamiento del 26 de febrero de 2011. La obra tenía una vida útil de seis meses a un año, pero ya sobrepasó su límite. Según Toro, el muro está a punto de colapsar porque está en una zona de deslizamiento, cerca del río Irpavi, y por falta de mantenimiento.
El largo fin de semana, el Gobierno Municipal atendió 260 emergencias, la más importante fue el desborde del río Huayllani, la noche del sábado. El lodo y piedras ingresaron a 53 viviendas.
Unos 300 obreros se encargan de limpiar el material de arrastre.
“Nos va a tomar un par de días terminar la limpieza de viviendas y vías. En Huayllani vamos a mantener el encamellonado (lomo de tierra) en caso de que haya otro desborde”, dijo el alcalde Luis Revilla, quien anunció procesos contra dirigentes de Palca que desde hace tres años no permiten que se efectúen obras de prevención en las cabeceras de río.
Toro señaló que todos los puentes que sufrieron daños por las últimas lluvias en el macro Sur están habilitados. Respecto al puente de Irpavi, el funcionario no descartó elevarlo dos metros para así evitar más problemas.
El desborde no causó fallecidos
Alcaldía
El alcalde de La Paz, Luis Revilla, informó que el desborde del río Huayllani, ocurrido la noche del sábado, no provocó fallecidos y tampoco se tienen datos de desaparecidos. El jefe de la Dirección Especial de Gestión Integral de Riesgos, Vladimir Toro, explicó que una mujer, que trabajaba extrayendo áridos del río, fue arrastrada por el caudal el jueves 7. “Ese suceso fue previo a la riada”, precisó.
Empresa de agua repara los daños en Huayllani
Obreros de la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (EPSAS) comenzaron ayer los trabajos para reparar las tuberías de agua potable dañadas o arrastradas por el desborde del río Huayllani, la noche del sábado, que afectó a 250 familias.
“Primero estamos haciendo una inspección y luego inmediatamente vendrá la intervención”, dijo escuetamente un obrero.
La Razón intentó conocer detalles del trabajo, pero ningún ejecutivo de la empresa atendió el requerimiento.
“Seguramente hasta mañana nos reponen el servicio”, manifestó Gonzalo Miranda, un vecino.
Vladimir Toro, de la Dirección Especial de Gestión Integral de Riesgos (DEGIR), denunció que los daños a las viviendas pudieron evitarse si éstas se hubieran emplazado a 25 metros del río.
“Cuando se hizo la canalización surgieron urbanizaciones colindantes que dejaron apenas diez metros de distancia, pese a que la norma de 1992 definía una distancia de 25 metros al menos. Estas urbanizaciones informales fueron avaladas por otros municipios (en referencia a Palca) y son de riesgo”, apuntó.
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